20.8.07

Las piedras de la memoria
Las olas del tiempo arrancan y tallan las rocas de los mares. Pacientes, incansables, eternas. Las van puliendo hasta convertirlas en cantos. Los cantos que ruedan en los fondos, que llegan a la playas, que en los días tormentosos y encrespados flamean con las espumas, murmurando a veces, crepitando otras, musicales siempre. Son los cantos que ruedan, los que no callan ni cesan, los cantos rodados, la voz para siempre de los acantilados que han echado a andar.
Una pequeñísima piedrita, un cantito blanquecino que arranqué hace algún tiempo de un calabozo y pude entregárselo a mi hija niña en una visita cuartelera, se convirtió en un hito de sus memoria.
Le conté que -como la historia nos enseña- Pulgarcito, cuando se interna en el bosque y para no perder el camino de regreso a casa, marca su trayecto con migas de pan. Pero se las comen los pajaritos.
Entonces, ya más entendido, la segunda vez que se aventura por la selva, el recorrido lo va marcando con piedritas, y guiándose por ellas logra esta vez regresar a la cocina del pan caliente y la leche humeante.
-De aquellas piedritas solo se conservan tres, hijita. Dos se guardan cuidadosamente bajo campana de cristal en el Museo de Perrault, en Paris. Y esta tercera que yo te entrego llegó a mis manos por fantásticos laberintos de la vida que algún día te contaré.
Desde entonces mi niña durmió con aquel pequeñín canto rodado bajo la almohada, "porque con esa piedrita papá iba a encontrar el camino de regreso a casa."
Y es que los cantos rodados son las piedras de la memoria.
(de Las agujas del tiempo, Mauricio Rosencof)

22 comentarios:

Zaida dijo...

Dios que belleza... Vengo a devolver visita y me pareción muy bonito tu blog =) Vendré más seguido. Saludos caraqueños =)

Anónimo dijo...

...tanto cariño encerrado en una piedrita blanca me enterneció.
Un beso.

Viole dijo...

Me estremecio muchísimo... que lindo mensaje, es increible como cosas tan pequeñas nos inundan el alma...

que estés muy bien...

Gracias por tu visita en mi rincón
Y si, soy virgo y vamos a celebrar!!! jajajaja

Viv. dijo...

Se me ocurrió compartir este texto como si todos tuvieran alguna idea sobre Rosencof y "sus vidas". Fué uno de los líderes fundacionales del mov. tupamaro, estuvo preso durante casi trece años imcomunicado, padeciendo todo tipo de torturas; ya era un dramaturgo reconocido cuando fue detenido, había departido con Salvador Allende, el Che, Fidel... Sus libros giran en base al tema de la memoria, pero en ellos ni menciona todo lo que padeció sino que sus páginas son una constante celebración de la vida, aún cuando cuenta como durante su niñez sus padres esperaban cartas de familiares que estaban en Treblinka, en un campo de exterminio, y esas cartas nunca llegaron. Los Rosencof habían huido de tanto horror para venir a un país donde jamás pensaron que, años más tarde, su hijo Mauricio viviría situaciones extremas.
Actualmente, Rosencof participa activamente en el gobierno desde la intendencia de Montevideo, donde dirige el área cultural.

Marcela Mendoza R. dijo...

incansables, eternas y apasionadas

Soco Barrera dijo...

Que hermoso...Encontrar siempre el camino...

Un abrazo

Esther dijo...

Qué bonito texto, me encantó. Quizás sean los cantos las voces del tiempo un de los tantos abuelitos de la tierra.

Saluditos.

Indio Cacama dijo...

Texto bello de verdad. Gracias por compartirlo.

cheguevara dijo...

cheblue
muy interesante lo tuyo, sobre todo en tu coment, no conocía tan terrible historia.
abracio
CHE

Zaida dijo...

Caramba, que historia. Gracias por el dato =)

c324r dijo...

Me encantó el final.

Se me grabó.

Manuel dijo...

Que facil se di dice, encontrar el camino y marcarlo a los demas.
Me contentaré con no perderlo y dejar huella.
¡Que lluvia!
Saludos humedos

Mariluz Barrera González dijo...

Los signos en la vida ayudan siempre a encontrar el verdadero significado....

La memoria siempre los necesita...

Un abrazo muy fuerte.

Gustavo López dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Merak dijo...

bonito texto. enhorabuena

DaliaNegra dijo...

Hermosa y terrible historia,gracias por colgarla aquí,me ha conmovido profundamente.

Mallén dijo...

Bah, pensé ke te había posteado...
en fin, te contaba que tras leer tu historia me hace mucho más sonido la colección de piedritas del mundo de mi hermano pequeño.
Bellísima metáfora, la del final.
Cariños!

RENÉ dijo...

blueberrie..amiga..
qué tal!!
estaba leyendo tu propio comentario..acerca de la vida de rosencof..
interesante..la verdad..siempre aprendemos algo nuevo..verdad?
te dejo muchos cariños..
un abrazo al uruguay.
desde la montaña
rené

La Valentina dijo...

Bonito relato.

Me gustan las piedras, alguna vez las coleccioné. Me parecen eternas. Y a propósito de ésto. Por qué no más eternidad...?

Un beso querida Blueberrie

boris dijo...

hola, a proposito de la memoria te dejo esta intervenci�n urbana, llena de color, se llama Los Cubos de la Memoria
http://www.loscubosdelamemoria.net
saludos

reikiaduo dijo...

Las olas del tiempo se llevan hata las piedrecitas, antes o después viene una marea o un cataclismo suficientemente poderoso y ¡zas!

Esa es su naturaleza

La mía es anhelar la percepción de un sentimiento de felicidad, pero no en ningún tiempo futurible, sino precisamente aquí y ahora

Viv. dijo...

Besos a todos; Peggy, qué gusto tenerte nuevamente por acá! ¿Por qué "no más eternidad"? Bueno, eternidad es silencio, eco, repetición de lo mismo, imovilidad, no se parte hacia ningún lado; no hay posibilidad de terminar algo, no es posible decir adiós y, por tanto no se puede comenzar. En la eternidad los instantes quedarían congelados; el todo sería interminable, no existiría el instante huidizo y fugaz. Eternidad sería eterno aburrimiento; supone la no memoria, el no ser individual, la anulación de la propia identidad. Porque si el presente y el pasado están abolidos, entonces no hay memoria. Sin memoria no se es; estaríamos presos en el todo, vagando e-ter-na-men-te por el mismo laberinto. Ser ese todo, ser nadie: un eco del pasado y un presagio de lo que en el futuro se repetiría invariablemente. No habría recuerdos, ni nostalgia.
Borges lo resumió de manera notable cuando en referencia a la eternidad escribió que "es más pobre que el mundo".