29.8.07

Mitad de semana, el loqueo del mes que termina; voy y voy de un lado a otro, midiendo cada minuto, gastando el imprescindible; guardando para mi disfrute el excedente de momentitos que pueden asegurarme algo de placer. (Y el poco tiempo que para ello dispongo es lo que los hace más disfrutables)
Jornda de nunca acabar, pero, ¿de qué me quejo? Así lo elegí; en el fondo disfruto de todo esto, aunque a vaces me siento esclavizada y me vienen ganas de mudarme a otro planeta. En otro lugar, sería la misma persona, siempre dispuesta a ocupar mi tiempo haciendo algo que me libere de ser, que me distraiga de pensar si esto vale o no la pena, algo que me permita evadirme de todo aquello que realmente me resulta insoportable.
En otra ciudad, donde fuere, ¿qué podríamos hacer o dejar de hacer para curarnos de nosotros mismos?

14 comentarios:

Viv. dijo...

Uy, disculpen las faltas de ortografía; olvidé corregir antes de editar)

Nostromo dijo...

Imposible. Ahora que lo pienso creo que si cambiaramos de ciudad o país seriamos siempre los mismos: buscariamos los lugares que fueran lo bastante parecido aquellos que alguna vez vivimos.

Manuel dijo...

La peores cárcel, somos nosotros mismos y el tiempo, el tiempo que nosotros le damos una forma de prisa y carreras en nuestra intransigencia.

Tu excéntrico amigo (Yo pensé que eso era piantado)

Sergio Lara dijo...

¿disfrutar mientras uno se escapa?

que bonita es la libertad de eso no hay duda...

saludos.

cheguevara dijo...

es todo un tema per me:
a veces pienso que rajándome en mis viajes estoy mejor,
otras que siempre estoy igual,
y finalmente que todo pasa por la insatisfacción de mi yo interior.
aunque el mar, cualquier mar, me motiva de otra forma.
abracio
CHE

Merak dijo...

inacularnos nuestro propio virus.
besos

Viv. dijo...

Me parece innecesario buscar otro lugar, Nostromo; la ciudad la llevamos con nosotros, uno no logra arrancarse de ella, somos ella.
Hacia cualquier sitio vamos con ella al hombro; ya le tengo cariño a este gris. Besos.

El piantarse es un pasajero estado de lucidez, Manuel. Como citaste un fragmento de tango y ese post me encantó, pensé que estabas un poco más sensible. ¿Me equivoqué?
Fuerte abrazo!

Sergio: Yo digo que el no parar de hacer cosas es una manera de escape -como para otros lo es escribir o rezar o ponerse los patines-; CADA UNO BUSCA UNA DISTRACCIÓN PARA HACER QUE SU VIDA SEA MÁS SOPORTABLE. Saludos.

Sí, CHE! No sabés las ganas de disfrutar el mar; el mal tiempo nos jugó en contra los últimos findes, nada mejor que el mar, sí que sí!! Abrazo.

Salud2, Merak!

Esther dijo...

A mí también me ha pasado algo parecido alguna vez. De repente he querido huir a no sé dónde( ni siquiera lo sabía) pero, huir de verdad. Lo que hago entonces es andar un montón por ahí. También es bueno escribir porque incluso a veces sirve para desahogarte, como una terapia y escribir es sentir.

¿Cómo curarnos de nosotros mismos? Buena pregunta, aunque no creo que haya una solución, creo que es algo inevitable.

Un saludito.

Manuel dijo...

Claro que no y saludos guapa.

pescador dijo...

hola arandana
gracias por la visita y la perspectiva, en cuanto a lo tuyo yo creo que el lugar fisico no importa mucho,lo que importa es tu interior,osea en otro lugar no necesariamente estaras mejor si tu espiritu esta inquieto, en todo caso persivo que disfrutas lo que haces igual
un saludo a ti uriza y al uruguay

Mariluz Barrera González dijo...

Amiga, en realidad es increible leerte y compartir este sentimiento...pero creo que tienes razón... hace unos dias platicando con una amiga... le comentaba que me gustaría ser una ermitaña y vivir en una lejana sierra criando vacas y pollos... pero creo que negar nuestra naturaleza... y lo que realmentesomos no creo que nos haga mas felices... sobre todo si ya lo hemos descubierto... pero en el fondo nos asusta... mirar la realidad y estar concientes no es tan fácil... a veces duele... duele mucho.

Muchos besos y abrazos desde mi bellísimo campeche... amurallado como mi espíritu.

Indio Cacama dijo...

Nuestra maleta de viaje está siempre llena con los defectos de personalidad que pretendemos cambiar con modificar nuestra ubicación geográfica , lo que debemos hacer es limpiar la maleta donde quiera que estemos.

Enzo Antonio dijo...

Me temo que no hay escapatoria posible, vayamos donde vayamos todo será igual, somos prisioneros de la vida que en cierta forma elegimos. Escapar sería a lo mejor no hacer nada, pero eso es imposible, o hacer lo que nos gusta, pero muchas veces no tenemos ni siquiera la opción de elegir.
Buena reflexión querida amiga.
Besos.

Daniel O. Requelme dijo...

El hombre es como el caracol: lleva su bagaje a cuestas. Las mudanzas no modifican lo interno. Acuerdo con Ud…

Un placer


Daniel O. Requelme


www.danielrequelme.com.ar